Competencia e innovación financiera a través de la tecnología: esto es lo que abarca la nueva Ley Fintech en Chile

Hace unas semanas Chile experimentó uno de los avances más relevantes en consideración a un proyecto que comenzó a gestionarse en Chile en 2018: la nueva Ley Fintech, la cual llegará para regularizar la actividad de las Fintech, un concepto que se usa para referirse a aquellos productos y servicios financieros que funcionan bajo el alero de la tecnología e innovación.

Asimismo, la Ley Fintech propone regular a dichas compañías ayudando también a fiscalizar y prevenir plataformas fraudulentas que pretendan captar a este tipo de clientes. Uno de los pilares de la nueva normativa, se trata de las finanzas abiertas: un sistema que permitirá que los datos pertenezcan directamente a las personas y a las empresas a las que ellos autoricen, lo que entregará la facultad a las entidades financieras para entregar información a otras instituciones, con la previa autorización de los clientes, con el propósito de, por ejemplo, poder ofrecerles una gama más extensa de productos financieros.

Lo anterior, fue uno de los puntos más discutidos, esto debido a las conversaciones que se están llevando a cabo bajo el margen de la nueva ley de datos personales. Con esto, la Ley Fintech incorporó todas las bases del otro proyecto: la finalidad del uso de los datos, la proporcionalidad, la calidad, la seguridad, la transparencia, la responsabilidad y la confidencialidad.

“Adicionalmente, el proyecto define que la movilidad de los datos en el sistema financiero va a ser siempre con el expreso consentimiento del usuario, no reconociendo a ninguna otra fuente de licitud, siendo este el estándar para datos sensibles”, explicó a La Tercera Ángel Sierra, director ejecutivo de FinteChile, la asociación que reúne a este tipo de empresas y que participó activamente en el trámite de la ley.

Un ejemplo de uso del modelo de finanzas abiertas son los iniciadores de pago, “una Fintech que, con el consentimiento del usuario, puede ingresar a la cuenta bancaria del cliente e instruir una transferencia a un comercio para el pago de un producto o servicio. Eso permite que los comercios puedan tener costos de recepción de pagos virtuales mucho más bajos que el esquema de tarjetas. Un iniciador de pago puede disminuir hasta en un 50 o 60% el costo de recibir un pago”, agregó Sierra.

No hay texto alternativo para esta imagen Cambios en el mercado Otros de los cambios que viene a instaurar la ley la posibilidad de que nuevas entidades puedan ingresar como actores financieros, desmonopolizando esta labor de lo bancos. “La primera asociación que hace la gente es entre una cuenta y un banco. Pero ahora una cuenta se podrá abrir en un emisor de prepago no bancario. Una inversión se podrá hacer en criptomonedas, y movilizar dinero de un país a otro se podrá hacer a través de una Fintech”, indica Sierra. Algunas de las entidades que se integrarán a esta iniciativa serán las cajas de compensación, las que podrán ampliar su oferta a labores de intermediación o asesoría. “Las cajas han ofrecido seguros, han ofrecido instrumentos de ahorro y una serie de servicios financieros, pero a través de terceros. Ahora lo seguiremos haciendo, pero probablemente lo haremos mejor, con mejores productos, a menor costo y algunos de ellos vamos a evaluar hacerlo directamente“, agrega al medio citado Tomás Campero, presidente del directorio de Cajas de Chile, asociación gremial que reúne a estas instituciones.

Tomás explica que entre los servicios que planean ofrecer están los que tienen relación con el ahorro. “Es un tema muy dramático hoy en día en Chile. Somos un país que no está ahorrando y eso es algo fundamental para mejorar el bienestar familiar, protegerse de contingencias de salud o concretar proyectos que se tengan. Solo uno de cada cinco chilenos está generando algún tipo de ahorros”, agrega Campero. Chile como centro de tecnología financiera Los entendidos en el tema aseguran que esta ley puede ayudar a que Chile se transforme en un centro de tecnología financiera en Latinoamérica, estimando que la industria pueda duplicarse en los próximos cuatro años, y que así, el país progrese a ser un exportador de servicios de esta índole. 

 “Esto último es una muy buena noticia, porque vamos a diversificar nuestra matriz exportadora y vamos a tener un nuevo motor para la economía”, indicó Sierra. En tanto, el director ejecutivo de FinteChile realizó hincapié en lo novedosa que es esta normativa a nivel regional.

“Es un proyecto de ley que pone a Chile a la vanguardia en Latinoamérica en materia de regulación de tecnología financiera, lo pone como líder. Obviamente toca esperar a que venga la bajada, es decir, la implementación de la ley para que esto sea una realidad”. “El hecho de que se haya incorporado un actor social la hace aún más de vanguardia, porque son pocos los actores sociales que han tenido un rol Fintech en el mundo. Si tú miras las cajas de compensación en otros países, en Colombia y en Francia, por ejemplo, que tenemos una buena opinión de su actuación, tienen una lógica mucho más tradicional y por lo tanto no hay muchos ejemplos de entidades sociales con roles financieros”, indica Campero.

En este mismo contexto, Tomás hace el llamado para que al interior de la serie de nuevos servicios financieros también existan empresas enfocadas en nichos más populares. “Hay que diseñar ofertas para un sectorde la población que tiene menor acceso a la tecnología, que no necesariamente genera grandes ventas para las empresas, pero que también requiere ofertas a muy bajo costo o gratuitas. Nosotros vamos a darles esa oferta a muchos que no pueden acceder a servicios Fintech, y hacemos una invitación a todos los otros actores financieros a tener una mirada más social” explicó al medio.